Análisis Crítico del Discurso (ACD)

Realizado por: Mónica Lorena Ocampo Cortés

Introducción

Este artículo  trata como tema principal el Análisis Crítico del Discurso, para acercar al lector en los que se integran diferentes enfoques para la exploración e interpretación del nivel  discursivo, cuyo núcleo de reflexión es social, cultural o político, relevante para entender que factores producen, distribuyen y comprenden el discurso. Se puede tomar el ACD como herramienta lingüística, en la exploración, exposición y desarrollo te textos discursivos, para el el desarrollo de una subjetividd crítica.

Palabras claves

Análisis crítico del discurso, problemática social, poder, discurso, pensamiento.

¿Qué es el análisis crítico del discurso?

El análisis crítico del discurso es una investigación metódica sobre el discurso que estudia primariamente el modo en el que el abuso de poder social, el dominio y la desigualdad son practicados, reproducidos, y ocasionalmente combatidos, por los textos y el habla en el contexto social y político (Teun A. van Dijk, 1999, p.23). El análisis crítico pone en evidenica el acceso desigual a los recursos lingüísticos y sociales, como la participación en los medios de comunicación,  recursos que son controlados por las instituciones.

A los principios del ACD se los sitúa en la teoría crítica de la escuela de Frankfurt;  se inició con la lingüística crítica nacida en Reino Unido y Australia hacia finales de los años 60. (Fowler, Hodge, Kress & trew, 1979) El análisis crítico del discurso desarrolla o toma temáticas críticas de la psicología y las ciencias sociales como reacción contra los paradigmas formales de los años sesenta y setenta.

El ACD no es una escuela  o discurso que busca ofrecer otra manera o perspectiva de las comunes, es decir de las distintas teorías, análisis y aplicaciones a través del campo del discurso. Cabe encontrar una perspectiva más o menos crítica en áreas tan diversas como la pragmática, el análisis de la conversación, el análisis narrativo, la retórica, la estilística, entre otras.

En términos de método, el ACD se puede describir por norma general como híper- o supralingüístico, en el sentido de que los profesionales del ACD consideran el contexto discursivo de manera no restringida o el significado que existe más allá de las estructuras gramaticales. Esto incluye la consideración de los contextos políticos e incluso económicos del uso de la lengua. Fairclough destaca “que la lengua conecta con lo social por ser el dominio primario de la ideología y por ser tanto el interés principal como el lugar en que tienen lugar las luchas de poder” (1989,p 15).

¿Por qué analizar el discurso?

Analizar discursos es una tendencia que ha logrado importante aceptación en las Ciencias Humanas y Sociales. En lingüística se trata de un movimiento que tiene la necesidad de estudiar el lenguaje en uso, es decir, emisiones por los hablantes. A ello se suma la valoración de lo que Verón (1998) y otros autores de la llamada segunda semiología denominan la materialidad de los signos, o sea, los efectos sobre la realidad social que tienen los discursos (constituidos por signos de diferente naturaleza, no sólo lingüísticos).

Por su parte, esta concepción activa del lenguaje también ha influido sobre la psicología social, y en esa área, en los últimos 20 años el ACD dejó de considerarse como una herramienta de importancia marginal para pasar a ser una perspectiva empleada frecuentemente y recogida en «un amplio espectro de revistas empíricas y teóricas» (Antaki, 2003,2).

Al considerar útil leer y analizar los discursos para leer de cierta forma la realidad social, se realiza un cambio en la construcción del discurso y claramente del habla, ya que las categorías sociales modernas como las de clase o estructura por otras que podríamos calificar postmodernas, como las de identidad y cultura, las que tienen mayor cercanía con lo discursivo, lo que, a su vez, influye directamente en la valorización de esta noción de discurso. Como bien lo aclara Ibáñez (2003) la dicotomía mente/mundo es reemplazada por la dualidad discurso/mundo. En esta visión, el lenguaje no se considera solamente un vehículo para expresar y reflejar nuestras ideas, sino un factor que participa y tiene injerencia en la constitución de la realidad social.

¿Qué temas trata el ACD?

Hay diversas razones por las cuales el ACD puede superar a otras aproximaciones acríticas en el estudio del discurso. Ante todo, el ACD no se ocupa exclusivamente de teorías y paradigmas, de modas pasajeras dentro de la disciplina, sino más bien de problemas sociales y de asuntos político. (Teun A. van Dijk, 1999, p.25). El ACD considera los problemas y las gestiones sociales como base de su discurso, implementando textos, lecturas, material didáctico; para explicar y exponer sus posturas frente a los fenómenos sociales.

Fairclough y Wodak (1994, 241-270) resumen como sigue los principios básicos del ACD:

  1. El ACD trata de problemas sociales.
  2. Las relaciones de poder son discursivas.
  3. El discurso constituye la sociedad y la cultura.
  4. El discurso hace un trabajo ideológico.
  5. El discurso es histórico.
  6. El enlace entre el texto y la sociedad.
  7. El análisis del discurso es interpretativo y explicativo.
  8. El discurso es una forma de acción social.

Por otro lado, tomando la postura de Marx para analizar un punto de vista sobre la economía y la crítica que este autor alemán hace, se puede  aplicar al discurso. Cuando este pensador estudia las prácticas materiales que genera la estructura de la economía capitalista concluye lo siguiente: el carácter real de la práctica económica es ocultado por las apariencias. Esto lleva a Marx a reconocer que la relación entre ideas y realidad está mediada por el nivel de las apariencias, el cual forma parte de la esfera de las formas fenomenales (Marx 2008).

De este modo, el ACD entre esos  procesos y fenómenos,  entra   a analizar   cómo se debe llevar  a cabo el discurso crítico, dando procesos de producción en donde el lector o estudiante tome como síntomas la problemática social y los pensamientos   de las personas.  Dejando huellas, pasos,  síntesis, para que el analista  produzca  e interprete mejor el discurso. Porque, claro, si los discursos fueran transparentes, ¿qué sentido tendría hacer análisis? Entonces bien, al entender la confusión llegamos a la justificación del análisis, y al comprender que el discurso es una forma de acción, encontramos el sentido y el propósito del análisis.

En ese sentido, antes que redificarlo, a menudo hay que aceptar la relatividad del dato discursivo (Santander 2007). Distingamos, al respecto, tres situaciones fundamentales que deben formar parte de nuestra claridad teórica previa al análisis:

  • El contenido de un texto, aquello que está en la superficie de la estructura textual, en ocasiones puede resultar confuso, por ejemplo, cuando se emplean iguales estrategias lingüísticas para propósitos antagónicos (Tannen 1996); por ejemplo, el uso del adverbio personal «tú» en ocasiones puede marcar cercanía, pero en otras lejanía entre los interlocutores; o el uso del silencio en la comunicación humana, a veces puede ser una marca de sumisión y otras de protesta.
  • En ocasiones lo dicho puede resultar secundario, por ejemplo, cuando el género discursivo prima sobre el contenido del evento, situación ya advertida por Horkheimer y Adorno (1969) y que ocurre, por ejemplo, en el caso de los reality show o de las teleseries donde se repiten siempre los mismos personajes, las mismas situaciones; o incluso en los noticiarios, en los cuales año tras año vemos las mismas noticias acerca de desastres, de delincuencia, del Tercer Mundo, etc.
  • O distorsionador, o sea, cuando el lenguaje cumple una función ideológica al describir el mundo (Voloshinov 1992), por ejemplo, ¿por qué nos llaman Tercer Mundo, qué situación describe exactamente la expresión daños colaterales?

Como vemos, esto tiene directamente que ver con la opacidad de los signos que hemos mencionado más arriba, de lo sintomático que pude resultar el discurso y de la asignación de sentido que realiza el analista en el proceso de lectura y traducción. Nos movemos pues en el orden de los significados y sus reglas de significación (Ibáñez 2006) y de la acción que a través de éstos se realiza.

Conclusión

Se puede entender que analistas como estudiantes que se han incorporado al tema de ACD, necesitan hacer claridad al momento de llevar a cabo este proceso. Se quizo explicar ¿qué es el ACD?, ¿por qué usarlo? y ¿qué metodología trata?, debido a que, es un proceso que es enriquecedor y que puede guiar el análisis para no perderse en los textos y discursos. En este sentido, se pretende que los estudiantes tengan una base sólida para argumentar y discutir frente a temáticas y problemáticas sociales, claramente acompañadas de un buen proceso de análisis crítico.

 

 

 

 

 


Bibliografía 

Pedro, S. (2011) Por qué y cómo hacer Análisis de Discurso. Chile: SE

Linkhttp://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717554X2011000200006&script=sci_arttext&tlng=pt

Teun A. van Dijk. (1999) El análisis crítico del discurso. P (23-36)

Link file:///C:/Users/Lenovo/Documents/Lorena/El%20análisis%20crítico%20del%20discurso.pdf

 

Mario, G. (2001-2002). El análisis crítico del discurso: una nueva perspectiva.  P (407-414)

Link

file:///C:/Users/Lenovo/Documents/Lorena/Dialnet-ElAnalisisCriticoDelDiscurso-2161069.pdf

 

 

 

 

 

 

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