Tipos de argumentos

Se expone con detalle los tipos de argumentos (justificativos y refutativos) y las falacias más comunes, entendidas como argumentos engañosos por no cumplir con algunos de los requisitos para su aceptación.

  • Argumentos de justificación:
  1. Por indicio: requiere decidir si el indicio, síntoma o marca distintiva se correlaciona en forma unívoca con la conclusión (si es típica).
  2. Por causa-efecto: requiere decidir si existe o no una conexión más o menos comprobable o verosímil entre el efecto y la causa, o si se ha dejado de examinar alguna otra opción importante que también puede postularse como causa.
  3. Por comparación: se debe mostrar que los elementos propuestos como semejantes lo son efectivamente en sus rasgos principales, esenciales al debate o que se puede establecer una relación idéntica entre las situaciones o categorías.
  4. Por definición: es necesario que la definición haya sido establecida a priori, independientemente del caso “en cuestión”. Es decir, no debe ser una definición “a medida” de lo que se quiere probar.
  5. Por cita de autoridad: la persona tiene que ser una autoridad en el tema en cuestión, reconocida como disciplina legítima. Depende, entonces, del criterio del interlocutor para aceptar o no tal legitimidad, validando el razonamiento sin objeciones o señalándolo como falaz.
  6. Por relación medio-fin: un acto es presentado como medio para alcanzar un fin determinado, requiere mostrar que el curso de acción recomendado es un modo de alcanzar la meta (y que es el mejor).
  7. Por generalización: consiste en afirmar algo general a partir de un conjunto de casos particulares que se constituyen en ejemplos. El número de casos debe ser suficiente, y esto depende del tamaño del conjunto acerca del cual se generaliza.
  8. Por el ejemplo: proporciona un caso concreto, particular, del concepto que se está exponiendo. Si el ejemplo tiene un peso cualitativo muy grande puede funcionar como modélico, y entonces no exige reunir más casos que conduzcan hacia la conclusión.

 

IMPORTANTE

Para evaluar la argumentación, el lector crítico debe:

– Reconstruir la Ley de Pasaje (que frecuentemente no está explícita).

– Reflexionar si está de acuerdo o no con lo afirmado por dicha Ley.

– Corroborar si el Dato junto a la Ley de Pasaje justifican adecuadamente la Conclusión, según los criterios correspondientes.

 

  • Argumentos de refutación. Voces en contrapunto: Las técnicas más habituales de refutación son las siguientes:
  1. Ejemplo en contrario: se menciona un contraejemplo que invalida la argumentación
  2. Retorsión (autofagia): con los mismos elementos que el adversario le ofrece, su oponente llega a una conclusión diferente
  3. Desmitificación: consiste en señalar que “detrás” del discurso del adversario hay motivos ocultos que no pueden confesarse porque son oscuros, mezquinos o interesados.
  4. Metástasis (tu quoque): consiste en rechazar una acusación devolviéndola (rebotándosela) al adversario.
  5. Desplazamiento del problema: consiste en cambiar el eje de la discusión, incorporando datos nuevos a la controversia, no contemplados en el tema que se venía discutiendo.
  6. La desmentida: consiste en negar la tesis opuesta, afirmando que es falsa. Estrictamente hablando no es una técnica argumentativa, sólo representa el rechazo de la Tesis
  7. La objeción: se niega algún aspecto de la Tesis contraria, aportando uno o varios argumentos que lo justifican.
  8. La refutación propiamente dicha: consiste en rechazar total, y no sólo parcialmente, la Tesis contraria, proponiendo otra Tesis en su lugar.
  9. La concesión: se concede que parte de la Tesis contraria es verdadera, pero se reafirma a continuación la propia, con otro/s argumentos/s.

 

  • ARGUMENTOS “tramposos” (falacias): Las falacias son argumentos inadecuados que no han cumplido con los criterios de evaluación correspondientes.
  1. Argumentación ad hominem (contra el hombre): Se niega la verdad de una conclusión mediante el recurso de des–autorizar a quien lo dice: o bien porque esa persona ha cometido una falta moral o bien por algún aspecto de su circunstancia: religión, sexo, filiación política, etc.
  2. Falacia de apelación a la (falsa) autoridad (ad verecundiam): Un argumento se constituye en falacia de apelación a la autoridad: a) cuando dicha autoridad no tiene incumbencia en el tema en cuestión; b) cuando la disciplina que representa no está legitimada.
  3. Falacia de apelación a la fuerza (ad baculum): La situación en este tipo de falacias es similar a la apelación a la autoridad, dado que la fuerza o el poder es una forma de imponer autoridad. Sin embargo, esta autoridad no se basa en un conocimiento sino en la fuerza o el poder del interlocutor.
  4. Falacia de apelación al pueblo (ad populum): Consiste en tomar la opinión de la mayoría como índice de la verdad de una proposición. Este tipo de argumento es común en la promoción de libros, películas y otros productos culturales o de consumo.
  5. Falacia ad misericordiam: Se favorece una posición no por la fortaleza de los datos y las afirmaciones que ofrece sino por el sentimiento de piedad que despiertan la debilidad, la desventaja, el límite, el esfuerzo, etc. del hablante.

 

Referencia bibliográfica: Muñoz, Nora; Musci, Mónica. (2013). Manual de Lectura y Escritura argumentativas: Aproximaciones teóricas y actividades prácticas. Argentina: Universidad Nacional de la Patagonia Austral.

Un comentario en “Tipos de argumentos

  1. Le hacen falta ejemplos de cada tipo de argumento, para que sea más fácil entender en que caso usarlos. Sin embargo, contiene información clara a la hora de definir los términos aqui expuestos.

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